martes, 1 de marzo de 2011

De modas y tendencias

Para empezar creo conveniente comentar las diferencias entre tendencia y moda.
La tendencia sería todo aquello que aparece -o reaparece, ¿quién no ha visto resucitar a un vestido?- frente a la sociedad y ésta la valora. Si estas valoraciones o críticas son positivas y se aprueban, la tendencia pasa a ser moda, es una tendencia aceptada, que se lleva más allá de la onda expansiva que provoca su boom al nacer – o renacer-.

Hablemos pues de las tendencias de la educación, aquí va una Prêt-à-porter de los últimos años: hacer leer a los niños, decirles que subrayar, mandarles los ejercicios del libro para casa y fuera. Tendencia peligrosa por el hecho de que esta a punto de dejar de serlo -y pasar a ser moda-.
Podemos entender esto como una falta de profesionalidad o bien atribuirle a los libros un gran mérito, por ser capaces sin tener alma, de hacer el trabajo de un ser humano -que además ha estudiado una carrera-.

Prêt-à-porter de los últimos años:
hacer leer a los niños,
decirles que subrayar,
mandarles los ejercicios del libro para casa y fuera
De esta manera, no se juega limpio, ya que los niños que son educados -por los libros, claro, no por docentes- siguiendo este camino, no trabajan con competencias, algo que creo, debería considerarse universalizable. No existe autonomía ni autogestión, no son dueños de si mismos y es esta heteronomía la que les evita alcanzar competencias; no olvidar que los libros nunca tratan situaciones concretas o cercanas al niño, otro punto en contra en la batalla por la adquisición de competencias.

Nunca des por muerto a un vestido, nunca sabes cuando te lo volverás a poner. Esta podría ser una preciosa frase si después de cada intento reprimido por querer cambiar todo lo que nos rodea, surgiera otro. Por desgracia no es así, los vestidos que mueren una y otra vez- porque esta claro que no sirven- para volver a renacer, son sólo para echar arena sobre lo cavado, para desmantelar, para asegurar de que no vamos por el buen camino -eso ya lo sabíamos- pero sin cambiar el rumbo. Estos fantasmas del pasado se nos aparecen constantemente y tienen la mala costumbre de no querer irse, el último vestido usado podría ser la misma ley Sinde y las contínuas campañas de que el internet va a acabar con todos nosotros – cuando justamente es nuestra salvación-.

Pero bueno, como decíamos, en la educación, como en el mundo del diseño, del make-up y del desfile, hay modas, y como todo lo que tiene modas, tiene tendencias.

Las CCBB son una moda porque fueron un proyecto o tendencia y desde la cabeza, desde el raciocinio, tienen sentido de ser, son interesantes y -a mi parecer- imprescindibles para los niños.

Los sistemas o modelos educativos que hemos tenido los últimos años en España son sólo tendencias, ya que como vemos se han ido creando unos detrás de otros, sin madurar realmente. Tengo miedo de que justo lo que más necesitamos para progresar como país y para empezar esa campaña cuasi-utópica de cambiar el mundo, sea una tendencia por los siglos de los siglos.

En las competencias básicas esta la clave, ellas serán la luz que han de guiar por el buen camino a la humanidad, pero primero hemos de encontrar -y no vale decir que estamos buscando- esa luz y aprender a utilizarla como es debido.

domingo, 27 de febrero de 2011

La batalla de siempre, sin final -como siempre-

Un tema que desde hace años me he interesado es el de la autonomía de las personas, el cuanto de nosotros mismos somos y cuanto de los demás cogemos. ¿Realmente todo lo que creemos que somos es nuestro? ¿o también estamos formados por aquello que nos rodea? Entonces nuestro contexto y las personas más cercanas a él nos habrán dado algun tipo de forma a nuestra personalidad, de la misma manera que nosotros a ellos, no determinado necesariamente, pero si condicionado en gran parte. 

Esta claro que si crecemos en una micro-sociedad donde para sobrevivir tenemos que hurtar a los que no lo necesitan -en apariencia o ,al menos, no tanto- y la mitad de mis semejantes estan en prisión, nuestra mente no será igual a la de un chico donde nunca haya tenido que encargarse de dar de comer a su familia. Puede que ambas mentes tuvieran una semejanza cuasi clónica al nacer, pero aquello que les rodea les ha ido moldeando con el tiempo. Del mismo modo que al primero, lo que hace le parecerá justo, estará acostumado y su manera de vivir y de tomarse la vida será, por tanto, distinta a la del segundo, que lo considerará un delito y tendrá una perspectiva diferente de todo.

Dejando esto ahí, sin profundizar más, el tema que me interesa es el de la autonomía, el de no solo ser nosotros mismos, sino ser capaces de gobernarnos, de autogobernarnos, de ser capaces de decidir qué queremos, cuándo lo queremos, cómo y porqué. 

Memorización absoluta
vs personalidad
,

el consenso es el reto
Esta claro que en la vida no se puede ser 100% autónomo, ya que eso nos libraría de las – a veces- ataduras que son las normas y reglas de convivencia que encontramos en la sociedad. Si fuéramos total e íntegramente autónomos, no tendríamos una capacidad de socializarnos, bueno, la tendríamos pero no la exprimiríamos todo lo que podemos, ya que para socializarse como dios manda hay que saber dejarse llevar en ocasiones -ójo, hay que saber cuando dejarse llevar, no sólo saber dejarse llevar-.

Una vez nos encontramos en este punto nos damos cuenta que por cada característica que le añadimos al ser humano hay que quitar ciertos puntos -de otra característica- que no son compatibles. Esto parece falso y a veces complejo, pero no lo es así. Esta claro que si somos totalmente autónomos sólo tenemos eso, pero que si somos algo sociables, por necesidad, para ser sociables -aunque sea prácticamente nada- tendremos que bajar esa cifra del 100% de autonomía. Otra posibilidad sería que dependiendo de la situación en que la persona se encuentra, su capacidad de autonomía sube o baja, sabe ser tanto un 20% como un 100% y así va enfrentándose a todo lo que le depara la vida.

¿Todo esto a que viene? Bueno, esto es por una cuestión que he tenido una semana antes de las prácticas en la escuela y he intentado observar durante éstas. La duda era ¿ cuánto de autonomía suelen tener los niños – o bien las personas en general- y cómo se adapta esto a la capacidad de memorizar?

Todo sabemos que memorizar es cuasi sinónimo de bajar la guardia autónoma, nos ceñimos a lo que vemos y eso es lo que creemos, predicamos y aquello que defendemos con nuestra propia vida. ¿Es cierto que para memorizar se ha de reducir la capacidad de autonomía? ¿Somos menos amos de nosotros mismos por sólo memorizar? ¿ Se puede formar un niño sólo con capacidad de memorística? ¿Y qué conseguiríamos de ello? ¿Y lo mismo con la autonomía? 
 
No podemos negar que ha habido una batalla desde tiempos inmemoriables entre estas dos capacidades humanas y que parece que será eterna. En la batalla de la memorización absoluta vs personalidad, el consenso es el reto.

Al final, como decía Aristóteles "La virtud es una disposición voluntaria adquirida, que consiste en un término medio entre dos extremos malos, el uno por exceso y el otro por defecto." 

De este modo tratamos de que los niños aprendan a memorizar todo lo que puedan pero que también sepan gobernarse con sabiduría y prudencia.

Dejándome muchos interrogantes por resolver aún, y muchos otros por formular, me planteo, de ser cierto que por cada cierta cantidad de capacidad memorística se desvanece cierto grado de autonomía, ¿cuánto quita el uno al otro? De haber una gráfica ¿esta como sería?

martes, 1 de febrero de 2011

El dilema de los problemas y sus soluciones

Siempre se ha dicho que ante un problema hay que buscar soluciones, hoy he aprendido que, tal vez, no siempre es así.

Esta claro que cada clase es un mundo -e incluso cada niño-, pero hoy me he dado de frente con ese dilema de problemas-soluciones y, en mi clase, no funciona como dice el dicho.

Hoy me he encontrado en un aula de matemáticas cuasi-idealista donde cada pequeño estaba con lo suyo, los mirabas y decías sí, de pequeño, cuando soñaba ser maestro, me lo imaginaba así. De repente han acabo los problemas que les había mandado y ese silencio tan magnífico se ha roto- también me parece divertido el sonido de los niños haciendo sus cosas y comentándolas, pero no tanto-, desde entonces los decibelios han ido in-crescendo. Luego de eso, he notado la necesidad de actuar rápido, antes de perderlos, he pensado en:

1-Contarles alguna historia interesante, los cautivó la primera y única vez que lo hice.
2-Gritarles que se sentaran y callaran.
3-Mandarles más problemas

Me he decidido por la tercera opción y todos se han puesto manos a la obra.
Ahí he aprendido algo muy interesante a la hora de tratar a mi clase -que no a otras- porque hay que ver la diferencia que existe cuando una clase tiene trabajo y cuando no. Al menos, mis niños, mientras les explico y les mando ejercicios para que vayan haciendo, o incluso mientras corrigen, son perfectos -bueno, ellos lo son todo el tiempo, siempre-, son todo lo que un maestro puede desear. Están callados, tranquilos, son respetuosos con los turnos de palabra y si quieren hablar levantan la mano. Ahora, en el momento que terminan el trabajo se rebotan de una manera tremenda, de repente, nadie quiere- ni puede- estar sentado, parece que tengan ácido en la silla, todos tienen algo que decir y no les importa lo que digan sus compañeros, ¿la mano que levantaban para pedir turno? la utilizan para crear proyectiles que después, seguramente, arrojarán.

Bueno, puede que me haya pasado un poco, pero lo que tengo claro es que ante un problema, esta vez, no se necesitaban soluciones, se necesitaban más problemas

domingo, 30 de enero de 2011

¡Por fin en el cole!

Con una temperatura rondando los 0º centígrados, ya sabéis lo que dicen, ni frío ni calor, se arrastraban alegrías, tranquilidades, miedos, inseguridades, ganas de aprender y temores que ni conozco. Ese cúmulo de sentimientos y emociones, empañado de tos, mucosa, dolor de cabeza y congestión, me hacía recordar a alguna obra romántica del siglo XIX, sí, de esas que empiezan mal y terminan peor.
La diferencia es que esta vez yo quería, deseaba estar aquí, estaba dispuesto a dar ese paso, a adentrarme en la escuela y vivir lo que siempre he querido vivir.

Nada más llegar, nos reunimos en la sala de profesores y conocimos tanto a los maestros como al resto de compañeros de prácticas, dimos una vuelta por el colegio para conocer sus instalaciones y luego nos sentamos para decidir en que clase nos quedaríamos estas cuatro semanas. Elegí quinto de primaria.
Conocí a mi tutor en la escuela y desde el primer momento fue genial, capaz de mantener a los niños sin que se alteren, de tener una conversación conmigo y a la vez ir sacando documentos que me pudieran ayudar durante mi estancia en el centro y a la hora de hacer la memoria.
Los niños, pese a ser de los mayores del centro, estaban algo nerviosos con la aparición de otra persona mayor que quería ser profe. Al final del día recibí mi primer regalo de un niño, era un dibujo que él mismo había hecho en clase. Fue gracioso, no había atendido a las explicaciones ni había hecho ningún ejercicio, pero ¿podía alguien regañarle después de estar toda la clase haciéndome un dibujo? Yo no podría, al menos no de momento.
Así pues, pasó el primer día, fui medio congelado y enfermo y volví no tan helado y sonriente como un paciente al que le acaban de dar el alta.

En el segundo día me percaté de que con la emoción de conocer a los niños ni me había fijado en cuantos eran y me pareció extraño que una escuela con dos líneas que siguen el mismo programa tengan menos de diez alumnos cada clase. Resulta que estaba medio colegio knock-out y me encontraba en una clase con nueve alumnos, al menos los conocería antes.
Los recreos los utilizamos todos los compañeros de prácticas para comentar las jugadas. Increíble la facilidad con la que todos nos abrimos y expresamos lo que sentíamos y más increíble aún el hecho de que unos cuantos niños nos hagan sonreír de esta manera.
Fui también a mi primera reunión de ciclo y, la verdad, me gustó, era como las había imaginado.
Los niños estaban esta semana hasta arriba de exámenes, así que de momento solo les ayudaba a que entendieran las preguntas o cuando hacían ejercicios les solucionaba dudas. No esta tan mal observar de vez en cuando.

El miércoles comenzó lluvioso y hasta el mismo viernes noche no pararía, así que los patios los pasamos en clase, de este modo pude conocerlos un poco más, ver que hacían cada uno. Este tercer día empecé a saberme los nombres de los niños y fue la primera vez que se me escapó un mis niños, aún lo recuerdo con gracia.
Era el aniversario de la jefa de estudios, así que me escapé un momento a la sala de profesores -tal y como nos habían dicho- y allí tenían montada la fiesta, con pasteles para todos. Muy bien con todos los docentes, la verdad, simpáticos y agradables, con ganas de hacer que te sientas como uno de ellos, de la misma familia.
Pasaron muchas cosas, como todos los días y aprendí formas de reaccionar frente a ciertas cosas, pero lo que recuerdo con más cariño fue que mis niños -sí, lo he vuelto a decir- me reclamaron por primera vez como maestro, querían que les diera clases ya.

El cuarto lo empezamos dando sesiones de refuerzo a unos niños de sexto de primaria y cuando, a primera hora, me colé en mi clase- que estaban dando inglés- todos exclamaron Hello Mr. Jordi. Era la primera vez que me llamaron maestro, aunque fuera en inglés. Podía irme ya a casa, era feliz.
El día, sin embargo, tuvo más, hoy, una profesora cumplía años y de nuevo macro-reunión del profesorado. Luego tocó claustro, un poco más y no cabíamos, entre los más de treinta docentes y los once de prácticas. Me sorprendió los lazos que había entre los maestros, si bien se notaba que algunos estaban más unidos y su relación se prolongaba fuera del centro, todos parecían tener algo más semejante a la amistad que una relación puramente profesional.

El viernes y quinto día empezamos el día yendo a la sala de ordenadores y allí me terminaron de cautivar con sus Profe! Profe! que me dirigían. No fueron menos sus sonrisas luego de que entendieran un ejercicio cuando se los hacía releer.
A las diez de la mañana bajamos al gimnasio, teníamos obra de teatro por el día de la paz. Participaba toda la escuela, desde preescolar hasta tercer ciclo de primaria, ¡estuvieron todos perfectos!
Por la tarde llegó la tutora del prácticum y salimos de nuestras clases para hablar con ella un rato e intercambiamos opiniones, luego llego lo más inesperado de la semana, mi tutor en el centro, junto con el resto de tutores, tenían que ir con la tutora de la UJI y eso me dejaba solo en la clase, con mis niños – ya me he acostumbrado a decirlo, después de tantas veces-. No sabía por donde iban ni siquiera que asignatura tenían, pero dio igual, cogí el libro, vi por donde estaban, lo miré un momento y me lancé. Pensé todos mis compañeros de prácticas estarán en la misma situación y, al fin y al cabo, todos estamos aquí para, algún día, poder estar haciendo esto.

Esa fue mi primera semana y aunque siga haciendo frío, ya no hace tanto, ahora ni la tos, ni la lluvia, ni los niños que se rebotan de vez en cuando y les gusta demasiado hablar en clase me empañan nada.
El lunes a Vilareal vamos todos a jugar a fútbol, a ver si ganamos ¡Ánimo chicos!

domingo, 28 de noviembre de 2010

Llibres i Mestres


El que faré ací és comentar allò que pense després d'haver estat a la xerrada de Jaume Martínez Bonafé y d'haver llegit els blocs de Jordi Adell.

El que està clar es que els joves són el futur, si, però els que no ho són tant no deixen de ser present, d'aquesta manera el primer que podriem dir és que tothom por contribuir a l'educació, tothom pot ajudar començant per la seua escola i després que no es tracta de pensament, és actuació el que es necessita.

Els llibres de text son ajudes, complements, ferramentes del professor, no han de configurar mai una programació del docent. Existeix una omnipresència respecte als llibres de text, estan a tot arreu.

Els llibres de text han fet fins ara i segueixen fent, una transformació de la visió de les persones, un converteix en natural el discurs de l'escola, de manera que abans es prendrà com a seriós o vertader allò que un mestre lliga d'un llibre que el que diga sense llegir-ho.

Es una mena de religió, el que diu al llibre es sagrat i si ahí ho posa serà per alguna cosa, té més fiabilitat que el mestre, que al cap i a la fi solament llig el llibre.

Es difícil desarranjar una creença tant forta com aquesta i ningú vol ser el primer, ningú pensa que els seus fills siguen els que han de donar el pas. Els pares volen el millor per als seus fills però en ocasions no ho aconsegueixen, el que volen -sense saber-ho-és el millor per als seus fills en aquesta societat -que es una cosa diferent-, per a trobar una feina i tindre un statu més o menys acceptable.

Aquesta creença en els llibres es d'una època passada, esta clar que no han de canviar amb el temps les creences, però si poden ser adaptades a les noves situacions i contextos, el que no es pot es pretendre que estem vivint en el segle desset.

Seria una sort que açò acabara ací, perquè per gracia o desgracia els llibres de texts venen amb codis, amb nombres de serie, amb cultura inclosa. Hi ha un enteniment entre la gent que crea els llibres de text i els que el llig, ha d'haver-lo per comprendre eixa cultura inscrita, aquells que estan separats d'eixa cultura- la que ha creat el llibre de text- o d'eixa societat no troben un sentit més profund del simple temari.

Un pare sempre demanarà un llibre de text, per a que el seu fill tinga alguna cosa on recolzar-se, per a que si el seu fill -que a classe no ha prestat atenció- no entén alguna cosa i té vergonya de preguntar al mestre, puga el pare o mare llegir-ho, entendreu i explicar-ho.

A tot açò, dir que els llibres de text son manuals d'ensenyança incomplets, si, no tot allò referent a una matèria entra en l'assignatura, hi han parts d'aquesta que mai arriben a ser explicades a classe. Un exemple seria el del ponent Martínez Bonafé quan digué que en les ciències socials no hi ha només història i geografia, que és el que s'explica a les aules, també hi ha antropologia, política i economia. Hem d'entendre que hi han molts temes que no estan considerats part del currículum però que estan a dintre de la nostra cultura i de vegades han de ser coneguts per els nens i nenes.

A més a més, esta el tema d'abans, el de la naturalitat, el de tot allò que és normal. No és concebible com a normal que un alumne cerque informació per un control en un lloc que no siga un llibre de text i molt menys que no siga tan sols un llibre.

La qüestió és, es pot ensenyar sense llibres? També, sense assignatures? Sense mestres?

La primera es simple, per suposat, però mai tenim que oblidar-los, son una veritable font de coneixements i d'informacions.

La segona també, es pot ensenyar aquells coneixements que la classe o inclòs, cada alumne individualment, necessita o requereix per alcançar unes competències bàsiques o uns objectius. No es precís disfressar amb noms d'assignatures cada variant o mena de coneixement.

La tercera qüestió la respondria amb un “espere que mai”, o un “estem intentant que no”. Es concebible una educació sense mestres, l'entorn familiar pot donar la calidesa que no donaria el monitor d'un ordinador i pot servir de referent moral i ètic que és el mestre per a molts nens i nenes. L'ordinador i les noves tecnologies fan la resta.

Es més, tothom hem aprés coses sense un mestre al costat, i tothom ens hem interessat per temes que no apareixien en un currículum, de manera que no hi havia un tutor guiant-nos -o tal vegada un germà o amic- i igualment va haver un aprenentatge.

El que està clar també, es que els docents han d'esforçar-se per a que això no ocòrrega, aprenentatge hi haurà sempre i una independència progressiva dels alumnes no pot ser sinó molt bona, però el mestre te cartes que jugar ací i té que saber utilitzar-les. Per començar a jugar ha d'intentar derrocar el mur administratiu i mur familiar o dels pares.

L'administratiu no podrà fer-ho, de intentar-ho possiblement es quede sense treball, sinó és així, simplement els pares no voldran que els seus fills estiguen amb un educador el qual es repudiat pel sistema.

Pel que fa al mur familiar podem dir que és la clau de tot, la clau de l'educació, és on apareixen les diferencies més grans entre uns i altres docents. Hi ha que aprendre ha treballar amb les famílies, amb la societat en general i hem de recordar sempre que un pare o mare voldran resultats, i per a això hem de demostrar -per mitjà dels nens, fent activitats- que el que es ensenya o el mode amb el que es fa, no es vacu ni inútil.

Jo diria que a major dependència dels llibres, més som acceptats i a menor, més ens acceptem nosaltres i aquells que senten el mateix que nosaltres.


jueves, 18 de noviembre de 2010

Multimedia

Estamos aquí de nuevo, esta vez posteando acerca de un trabajo multimedia de la asignatura noves tecnologies de magisterio de primaria.
Hicimos un spot publicitario de treinta segundos. Se hacía en grupo y aquí lo tenéis.



Para realizar el trabajo multimedia hemos utilizado una cámara digital y material en posesión del grupo. Aparece un ordenador, un disquette, un pen drive, un sobre y un ratón de ordenador, cartulinas de colores y papel. También números y letras de goma.

El video fue rodado en la casa de una integrante del grupo.
El editor empleado fue el Movie Maker de Windows.
La canción fue descargada totalmente libre de creative commons de Jamendo; fue el tema Utopía, segundo tema del álbum The Signal, cuyo autor es BertycoX.; pertenece al género musical electro.

La técnica de trabajo utilizada fue la del Stop motion. Es una técnica de animación que consiste en aparentar el movimiento de objetos estáticos por medio de una serie de imágenes fijas sucesivas.

Lo que pretendimos representar es la necesidad del cambio que deben sufrir tanto docentes como discentes, porque una transformación esta habiendo y desde los albores de la humanidad ha existido el lema de adaptarse o desaparecer. 

 Dudo que nadie quiera desaparecer y la única forma de no hacerlo es aplicando todo lo relativo a las nuevas tecnologías, que nos sea provechoso, en el aula. No todo lo es, pero hay que saber elegir y utilizar las herramientas que se nos ofrece hoy en día, herramientas que muchos niños ni siquiera podrían haber soñado. Sin más contemplaciones, lo que hemos intentado transmitir es que animamos a aquellos docentes que utilicen las TICs y hacemos un llamamiento a los que aún no se han lanzado.

A la hora de ponernos a grabar lo intentamos todo, desde hacer pases de diapositivas con lemas en las imágenes, hasta grabaciones de videos, pero al final, como hemos dicho, decidimos realizar un stop motion. Una seguida de instantáneas que recrean un movimiento.

Con esta tarea tuvimos muchos aprendizajes, desde la manipulación de cámaras para filmar o fotografiar hasta la edición misma de videos. Creamos por primera vez un producto con stop motion. Añadimos música y créditos al video y lo subimos al Youtube, para poder compartirlo con los demás.

Comprendimos cuan de complejo es hacer un video, sin importar su tiempo, y las dificultades que deben de tener los, por poner un ejemplo, animadores o aquellas personas que se dedican a la publicidad. Porque aunque tengan más recursos lo verdaderamente importante es que la idea llegue a los espectadores, lo importante es pensar, pero también pensar bien.

Hay que decir que al ser estudiantes podemos simplemente colgarlo al Youtube de manera libre y ya esta, pero si tuviéramos algún tipo de ánimo lucrativo, como podría ser el trabajar en el mundo de la publicidad, no todos los videos serían aceptados, no todo lo que hiciéramos podríamos hacer que las personas lo conocieran.
Es por esto que sitios como el Youtube son tan importantes y crean una verdadera revolución -no sólo revolución digital- ya que permiten a todas las personas sobre la faz de la tierra ser creativas, con mayores o menores recursos, con más o menos experiencia y con una idea mejor o peor. Podemos decirle al resto lo que pensamos, lo que sentimos, lo que queremos que ellos sientan y piensen sin tener que depender de ninguna empresa.

Hacer este trabajo ha hecho que me sienta -si se puede- más libre aún, me ha hecho ver las posibilidades que tenemos al alcance de nuestra mano sin tener prácticamente ningún tipo de experiencia, solo con ganas de trabajar, de hacer cosas, de demostrarlas al mundo.

sábado, 30 de octubre de 2010

¿Por qué no algún día? Un día no tan lejano.

Hey, estaba yo pensando hoy mientras me duchaba en si podrían funcionar algunas cosas. Tal vez no para una educación primaria ni secundaria, pero pienso que para los universitarios estaría bien.

Comentar que es algo totalmente realizable si se prepara desde el verano, imposible ahora mismo.

La idea es crear un canal donde comunicarnos para los estudiantes de un mismo grupo, o por qué no, de otros grupos, ya sean de magisterio o no lo sean. La diferencia a lo que hay ahora mismo es que el canal es por medio de la voz.
Algunos ya sabréis a lo que me refiero, otros tal vez no, de ese modo que os contaré una historia.

Hace unos años, yo jugaba online a videojuegos bélicos, eran plataformas muy extensas e íbamos por grupos. Solía jugar con los amigos del pueblo, pero también con los del pueblo del lado y con los contactos virtuales.

Llegados a un punto, no podíamos ir cada uno a su bola desde su casa, de ese modo perdíamos, los grupos eran de entre veinte y cuarenta personas, de modo que necesitaban organización. Necesitábamos comunicarnos de una forma en la que no bajáramos nunca nuestras armas, no podíamos pararnos a escribir -pensad, sería como en medio de una guerra ponerse a escribir un sms- teníamos que hacerlo de la forma que menos nos costase. Decidimos hacerlo por voz.

Entonces entró en nuestro mundo el skype http://www.skype.com/intl/es/home/-que aún cada día de mi vida utilizo-.

Lo que ocurría es que cuándo se alcanzan los quince usuarios en una misma conversación de skype empieza a ser pesado para el ordenador y puede provocar subidas de latencia del mismo, bloqueos, que no te responda o lo haga con retraso.

De modo que encontramos otros métodos de reunirnos tanta gente para poder dar órdenes y organizarnos. Recurrimos a programas creados a propósito para juegos online. Son totalmente descargables, gratuitos y no piden contraseñas ni nada parecido. Aquí dejo indicaciones de tres de los muchos hemos utilizado alguna vez:

http://es.wikipedia.org/wiki/TeamSpeak
http://http://www.ventrilo.com/index.php
http://mumble.es/


Bueno, comentado esto, a lo que íbamos. El caso es que pasó el tiempo, y dejando esos juegos atrás no nos hemos podido desprender de los programas.

Prácticamente cada noche al llegar a casa, una vez hecho todo lo que tenía que hacer- cenar, si hay algún trabajo o lo que sea- me conecto como lo hacía antes.
Nos encontramos con lugares donde tenemos multitud de canales a los que conectarnos, aunque la mayoría de éstos tienen una clave o contraseña. Se pueden crear canales también y añadirles una contraseña.

Hablemos del Mumble mismo, nos creamos la cuenta, accedes al mumble y buscas el canal que habéis creado tu y tus amigos, entras y ale, como si fuera el skype, a hablar. Es una forma de conocer a gente ya que cada persona que tenga la contraseña se la puede decir a otro y éste a otro, no obstante esta más o menos restringido ya que todos provienen de algún contacto tuyo e intentamos no dar la contraseña a desconocidos.

Estamos en la situación de que podemos hablar por micro con aquellas personas que se están conectadas, podemos ir haciendo tareas mientras hablamos-ya que no les hemos de escribir- y no hace falta buscar a nadie, si ha de conectarse, entrará. Es más, es interesante por el respeto de los turnos de palabra ya que al ser por voz no podemos hablar todos a la vez. Es un lugar donde generar fácilmente debates.

Acercándonos ya al tema que quería tratar, mi propuesta sería la de la posibilidad de crear una cafetería- como la del aula virtual, sí- pero hablada. Por supuesto que eso no tendría mucho éxito ya que los horarios no podemos compatibilizarlos grandes grupos de personas y es difícil ver a dos o tres users conectados a la vez en la zona de la cafetería.

Pero donde sí veo una utilidad es en las tutorías, no en las privadas pero si en las públicas. No estaría mal que si tuviéramos alguna duda grupal, para no utilizar tiempo de clase en solucionarla ni estando días sin resolver todas las dudas con una cadena de mensajes infinita, pudiéramos hablarlo todos por voz a una hora. Se acordaría cuando entrar a la aplicación con suficiente tiempo como para poder todos- o casi todos- estar y crearíamos debate de forma virtual y por voz, resolviendo todas las dudas posibles de una tirada. Es más, podrían haber, por ejemplo, todos los miércoles a las 23.00h reuniones para aquellos que estén cansados de hacer zapping y se pudieran ir sacando impresiones, no solo de la asignatura ni de la educación necesariamente.

Mi idea es llegar -sino este año, otro y sino nosotros, los siguientes- a tener un espacio donde poder comunicarnos de forma oral, hacer de las tutorías virtuales, una verdadera tutoría en la red, con las personas presentes y pudiendo dialogar hasta caer en el sueño.