Para empezar creo conveniente comentar las diferencias entre tendencia y moda.
La tendencia sería todo aquello que aparece -o reaparece, ¿quién no ha visto resucitar a un vestido?- frente a la sociedad y ésta la valora. Si estas valoraciones o críticas son positivas y se aprueban, la tendencia pasa a ser moda, es una tendencia aceptada, que se lleva más allá de la onda expansiva que provoca su boom al nacer – o renacer-.
Hablemos pues de las tendencias de la educación, aquí va una Prêt-à-porter de los últimos años: hacer leer a los niños, decirles que subrayar, mandarles los ejercicios del libro para casa y fuera. Tendencia peligrosa por el hecho de que esta a punto de dejar de serlo -y pasar a ser moda-.
Podemos entender esto como una falta de profesionalidad o bien atribuirle a los libros un gran mérito, por ser capaces sin tener alma, de hacer el trabajo de un ser humano -que además ha estudiado una carrera-.
Prêt-à-porter de los últimos años: hacer leer a los niños, decirles que subrayar, mandarles los ejercicios del libro para casa y fuera |
De esta manera, no se juega limpio, ya que los niños que son educados -por los libros, claro, no por docentes- siguiendo este camino, no trabajan con competencias, algo que creo, debería considerarse universalizable. No existe autonomía ni autogestión, no son dueños de si mismos y es esta heteronomía la que les evita alcanzar competencias; no olvidar que los libros nunca tratan situaciones concretas o cercanas al niño, otro punto en contra en la batalla por la adquisición de competencias.
Nunca des por muerto a un vestido, nunca sabes cuando te lo volverás a poner. Esta podría ser una preciosa frase si después de cada intento reprimido por querer cambiar todo lo que nos rodea, surgiera otro. Por desgracia no es así, los vestidos que mueren una y otra vez- porque esta claro que no sirven- para volver a renacer, son sólo para echar arena sobre lo cavado, para desmantelar, para asegurar de que no vamos por el buen camino -eso ya lo sabíamos- pero sin cambiar el rumbo. Estos fantasmas del pasado se nos aparecen constantemente y tienen la mala costumbre de no querer irse, el último vestido usado podría ser la misma ley Sinde y las contínuas campañas de que el internet va a acabar con todos nosotros – cuando justamente es nuestra salvación-.
Pero bueno, como decíamos, en la educación, como en el mundo del diseño, del make-up y del desfile, hay modas, y como todo lo que tiene modas, tiene tendencias.
Las CCBB son una moda porque fueron un proyecto o tendencia y desde la cabeza, desde el raciocinio, tienen sentido de ser, son interesantes y -a mi parecer- imprescindibles para los niños.
Los sistemas o modelos educativos que hemos tenido los últimos años en España son sólo tendencias, ya que como vemos se han ido creando unos detrás de otros, sin madurar realmente. Tengo miedo de que justo lo que más necesitamos para progresar como país y para empezar esa campaña cuasi-utópica de cambiar el mundo, sea una tendencia por los siglos de los siglos.
En las competencias básicas esta la clave, ellas serán la luz que han de guiar por el buen camino a la humanidad, pero primero hemos de encontrar -y no vale decir que estamos buscando- esa luz y aprender a utilizarla como es debido.